Entrevista

Mario García, presidente de COCEMFE

“Todas las vías de financiación de las entidades están afectadas de forma muy negativa por la crisis”

10/10/2011

Blanca Abella

A pesar de los años entregados a la causa, Mario García no se rinde y mantiene con singular firmeza el espíritu reivindicativo. Más de 30 años trabajando en este ámbito le otorgan una autoridad innegable a la hora de opinar sobre la evolución de nuestro país y su adaptación al mundo de la discapacidad. Se ha mejorado tanto que ahora resulta impensable el pasado, pero la crisis actual afecta en tal manera a la actividad de las entidades, que el sistema se quiebra con facilidad. Es necesario seguir luchando.

Después de tantos años trabajando en el sector de la discapacidad, ¿cómo diría que ha evolucionado la realidad de las personas con discapacidad en nuestro país?
La evolución en los últimos años ha sido sustancial, puesto que las personas con discapacidad se han enfrentado durante mucho tiempo a una discriminación histórica y han sido objeto de unas políticas totalmente asistenciales que de alguna manera limitaba su desarrollo personal. La discriminación todavía sigue existiendo y seguimos persiguiendo su desaparición, pero en lo que más nos volcamos es en la integración de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida y su normalización dentro de la sociedad. Cada vez hay más personas mejorando su formación, trabajando, disfrutando de su tiempo de ocio, y en definitiva realizando las mismas actividades que el resto de la gente, y esto aunque parezca mentira no es algo que se pudiera hacer hace unos años. La sociedad en su conjunto ha evolucionado en valores y ha permitido que la tolerancia y la comprensión sean su esencia. Y en esto ha influido enormemente la promulgación de leyes que han otorgado nuevos derechos a las personas con discapacidad, proporcionándoles a su vez un mayor nivel de autonomía.

"La verdadera utopía sería que las personas con discapacidad gozasen de la misma igualdad y de los mismos derechos que el resto de la población"

¿Cuáles han sido los grandes avances? Y ¿Cuál es aquel gran logro que aún está por llegar?
Los avances legislativos de los últimos tiempos nos han dotado de unos instrumentos eficaces para ejercer nuestros derechos. Es el caso de la Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal (LIONDAU), la Jubilación Anticipada para trabajadores con discapacidad, la compatibilidad de las pensiones no contributivas con el trabajo, el IVA superreducido para vehículos destinados a personas con discapacidad, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia y la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, entre otras.

La verdadera utopía sería que las personas con discapacidad gozasen de la misma igualdad y de los mismos derechos que el resto de la población. Ése es el destino final de un camino que emprendimos hace décadas y que poco a poco nos va permitiendo ampliar los derechos de las personas con discapacidad. Para ello, necesitamos disponer de una legislación actualizada y capaz de garantizar la igualdad de oportunidades, la accesibilidad universal, una formación y un empleo adecuados, el acceso a unos servicios sociales en igualdad de condiciones con independencia del lugar de residencia, y en definitiva el ejercicio de todos los derechos que nos corresponden como ciudadanos.

COCEMFE es una de las organizaciones más representativas de la discapacidad, ¿cómo se logra esa unión y fortaleza?
Principalmente queriendo, COCEMFE desde sus inicios ha apostado por ser un interlocutor de las demandas de las personas con discapacidad y por incluir en la agenda política todos nuestros temas y reivindicaciones. Y para lograrlo es necesario ser una entidad fuerte y unida, en la que los objetivos comunes estén muy por encima de cualquier discrepancia, como es el caso de nuestra organización. Además, de coordinar y representar  el movimiento asociativo de personas con discapacidad física y orgánica, COCEMFE desarrolla una serie de servicios y actividades orientadas a sus organizaciones miembro, con la intención de mejorar la calidad de vida, la plena integración en la sociedad y la defensa de los derechos de este colectivo en todos los ámbitos de la vida. Para ello, COCEMFE pone al servicio de sus más de 1.600 asociaciones las mejores capacidades profesionales para garantizar altos niveles de calidad en sus actuaciones y el cumplimiento de sus objetivos.

La situación actual de crisis está afectando seriamente al tercer sector ¿puede calificarse de crítica?
Sin duda, desde COCEMFE somos testigos y también víctimas de la situación de máxima preocupación que viven las asociaciones y entidades de discapacidad debido a los retrasos en el cobro de subvenciones que se está produciendo por parte de las Administraciones Públicas. Se trata de proyectos y servicios que ya se han desarrollado y prestado, cuyo pago tienen que adelantar las propias asociaciones. El problema actual es que se acumulan los retrasos y llega un momento en que al no haber liquidez los adelantos no se pueden realizar. Como consecuencia, los empleados dejan de cobrar nóminas, las entidades se endeudan y tienen que pagar por una subvención que ya está concedida intereses que nunca podrán recuperar; y los servicios se dejan de prestar. Esta situación, unida a los recortes que están realizando numerosas comunidades autónomas y ayuntamientos, pone en peligro los avances conseguidos en los últimos años al perjudicar muy negativamente a la calidad de la atención que reciben las personas con discapacidad y dificultarles el acceso a los servicios, productos y bienes que tanto tiempo y esfuerzo ha costado alcanzar.

"Esta situación pone en peligro los avances conseguidos en los últimos años al perjudicar muy negativamente a la calidad de la atención que reciben las personas con discapacidad y dificultarles el acceso a los servicios, productos y bienes que tanto tiempo y esfuerzo ha costado alcanzar"

Los recortes, retrasos en el pago de las subvenciones, el cambio en la obra social de las cajas de ahorro ¿son problemas temporales o será algo con lo que deban convivir en un futuro?
Estos problemas se han acentuado de forma exponencial en los tiempos de crisis que vivimos. En época de bonanza, todo era más beneficioso para nuestro colectivo, puesto que por ejemplo las cajas de ahorro tenían el doble de presupuesto que ahora para obras sociales, las administraciones pagaban las subvenciones con mayor puntualidad y no había recortes de personal a los que nos vemos abocados en la actualidad. Este problema no se soluciona de un día para otro, pero la realidad es que hay millones de personas que reciben servicios y atenciones de las asociaciones y entidades de discapacidad. Por eso, es necesario buscar una solución urgente que garantice la supervivencia del sector en tiempos de crisis, como el que estamos viviendo ahora, y que nos permita afrontar el futuro con garantía.

¿Puede el tercer sector buscar otras vías de financiación? ¿Cómo debe hacerlo?
Las vías de financiación de las entidades están todas prácticamente exploradas; siempre podemos incrementar los esfuerzos para potenciar más una de ellas si la otra nos está fallando. El problema es que ahora todas están afectadas de forma muy negativa.

La alternativa a la dependencia de subvenciones y ayudas de entidades externas es la autofinanciación mediante iniciativas económicamente viables que generen recursos que puedan sumarse a los recibidos por la Administración u otras entidades colaboradoras.

Sin embargo, en nuestro país no estamos preparados para este cambio, aunque  es verdad que algunas grandes empresas comienzan a colaborar con nosotros, todavía no es suficiente. Es un tema complejo, pero lo cierto es que la fórmula actual demuestra que sin ninguna duda vamos por buen camino.

En cuanto al avance legislativo ¿cree que se ha avanzado en los últimos años en este sentido o aún queda mucho por hacer? ¿es un problema normativo o de respeto y ejecución de las normas?
Los avances legislativos han sido muchos. En nuestro país disponemos de muy buenas leyes que protegen y amparan las libertades y derechos de las personas con discapacidad y que establecen sus obligaciones. En general, cumplimos con nuestras obligaciones, pero la parte de los derechos es la que muchas veces deja bastante que desear. Es ahí donde tenemos que centrar nuestros esfuerzos, en velar por el verdadero cumplimiento de la ley y de los fines para los que fueron aprobadas, incrementando las sanciones si fuera necesario, creando nuevas para los casos en que no existen, y sobre todo dando a conocer la amplia normativa existente a los diferentes grupos de interés y concienciando a quienes ya la conocen y siguen sin cumplirla.

"Es importante que las empresas conozcan las capacidades de nuestro colectivo, su alto grado de compromiso con la empresa y una competitividad ampliamente demostrada"

Uno de los grandes problemas del empleo en el sector de la discapacidad es la inactividad, con un porcentaje muy alto (con una tasa de casi un 65%) ¿por qué cree que ocurre esto?, ¿posibles soluciones?
La elevada tasa de inactividad del colectivo es un problema histórico de nuestro colectivo, motivado en gran parte por la persistencia de falsos estereotipos sobre el rendimiento de las personas con discapacidad, el incumplimiento de la legislación, las dificultades para acceder a una formación superior y también el hecho de que muchos tiran la toalla después de ver como decenas de veces les cierran la puerta injustificadamente. Las soluciones a todo esto son la aplicación de las leyes que obligan a las grandes empresas a contratar al colectivo, el establecimiento de un régimen sancionador eficaz, pero es también importante que las empresas conozcan las capacidades de nuestro colectivo, su alto grado de compromiso con la empresa y una competitividad ampliamente demostrada.

Asimismo es necesario potenciar la formación de los trabajadores y las personas en situaciones en desempleo para poder abarcar más yacimientos de empleo, reforzar las Políticas Activas de Empleo, y que los Servicios Públicos de Empleo cuenten con entidades del sector de la discapacidad como entidades colaboradoras especializadas para la intermediación laboral de personas con discapacidad.

Las nuevas tecnologías acercan a muchas personas a mundos casi inaccesibles ¿es realmente un aliado? ¿ha cambiado el panorama para las personas con discapacidad física con ellas?
La tecnología bien utilizada es sin duda un gran apoyo para mejorar la autonomía de nuestro colectivo. Por eso, desde COCEMFE estamos muy centrados en la alfabetización tecnológica, para potenciar las habilidades sociales y laborales de las personas con discapacidad, de modo que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de aquellas personas que necesitan un mayor apoyo, y faciliten su integración.

Además, el desarrollo tecnológico ha permitido mejorar la adaptación de los hogares a las necesidades de cada persona e incluso, a través de la domótica, alcanzar unos niveles de autonomía que hace unos años parecían absolutamente impensables. El siguiente paso es la socialización de las últimas soluciones tecnológicas para que sean asequibles y puedan llegar a todas aquellas personas que lo necesitan, no solo a una minoría.  

 "Desde COCEMFE estamos muy centrados en la alfabetización tecnológica, para potenciar las habilidades sociales y laborales de las personas con discapacidad"   

Las barreras arquitectónicas son un obstáculo importante para las personas con discapacidad física; limita el acceso al empleo, a la cultura, al turismo… aunque se ha avanzado también mucho en este campo ¿qué grandes ‘accesos’ son aún demandados por el sector al que representa?
El avance en accesibilidad en nuestro país ha sido muy destacado, con una legislación oportuna y favorecedora, pero todavía existen múltiples barreras físicas que impiden a las personas con discapacidad llevar una vida normalizada y en igual de condiciones que el resto de la población. El problema esencial reside en los edificios que en su momento no se construyeron pensando en las necesidades de las personas con movilidad reducida puesto que muchos continúan tal cual, sobre todo los de viviendas. En los inmuebles dependientes de la administración cada vez detectamos menos problemas de accesibilidad, debido a los trabajos de eliminación de barreras, pero todavía quedan asignaturas pendientes: hay numerosas barreras en los centros escolares que dificultan la matriculación de jóvenes con discapacidad en cualquier colegio. Pero sobre todo los “accesos” que todavía nos falta conseguir son las empresas, ya que hay muchas oficinas, locales comerciales y puestos de trabajo con barreras.

Y en cuanto a las ciudades, es muy común encontrar bordillos demasiado elevados o con obstáculos, socavones en medio de las aceras y papeleras o farolas mal colocadas en las calles. La planificación urbana de las ciudades en base a criterios de accesibilidad universal es una obligación y España debe mejorar este aspecto, revisando y actualizando las diferentes leyes que existen en las Comunidades Autónomas sobre esta materia con el objetivo de disponer de entornos transitables para todos. Y aunque para algunos el “Plan E” fue un derroche de dinero y de tiempo, sin duda ha supuesto un avance sustancial y un fuerte impulso a la accesibilidad universal de nuestras ciudades, al representar la mayor inversión pública en materia de accesibilidad realizada en nuestro país.

"La Ley de Autonomía Personal está resultando ser un motivo más de frustración, ha sido la excusa para eliminar servicios dirigidos a personas con discapacidad"

¿Cómo ha funcionado la Ley de Autonomía Personal en las personas con las que trabaja COCEMFE? ¿Existen grandes diferencias entre comunidades?
En primer lugar, para numerosas administraciones ha sido la excusa para eliminar servicios dirigidos a personas con discapacidad, lo cual es a todas luces un paso de gigante pero hacia atrás, ya que de los cuatro millones de personas con discapacidad solo un millón y medio son personas dependientes. Sin embargo, para las personas que sí se benefician de los nuevos derechos recogidos en la ley supone un importante avance, porque reciben servicios y prestaciones que ayudan a mejorar su autonomía. Pero precisamente ésta es la parte menos desarrollada de la norma, y en la que desde COCEMFE hemos puestos muchos de nuestros esfuerzos, para que los servicios de promoción, mantenimiento y recuperación de la autonomía funcional incluyan también tratamientos terapéuticos y rehabilitadores que retrasen el deterioro funcional y eviten nuevas lesiones.

El otro fallo de la ley ha sido la financiación, que ha sido insuficiente; no puede depender de las posibilidades presupuestarias ni de los convenios entre la administración central y las Comunidades Autónomas.

Las diferencias territoriales son una realidad y en muchas ocasiones se han utilizado políticamente para sumar o restar votos, sin importar realmente que lo verdaderamente relevante es prestar una atención de calidad y garantizar unos derechos reconocidos legalmente.  Mirar para otro lado para dilatar los plazos de valoración y las listas de espera ha sido demasiado frecuente por muchas administraciones, al igual que echar balones fuera y eludir responsabilidades. Por eso, hemos pedido a todas las fuerzas políticas elegidas en las próximas elecciones generales que se comprometan y luchen por alcanzar  un amplio consenso en torno a la aplicación, desarrollo y mejora de esta ley de la que tanto esperábamos y que está resultando ser un motivo más de frustración.

La labor del CERMI está siendo ingente en el contacto con las administraciones y responsables políticos ¿cómo valora este trabajo y los resultados obtenidos?, ¿logra el CERMI representar y defender a tanta variedad y cantidad de personas con discapacidad?
El sector de la discapacidad se ha organizado de tal forma y ha alcanzado una madurez tal que es recurrido por la clase política de forma constante y cuenta con él para todas las iniciativas que afectan a las personas con discapacidad. Es lógico, puesto que quien sabe mejor que nadie qué es lo que necesitan de nuestros políticos las personas a las que representamos son ellas precisamente, las personas con discapacidad. Está demostrado que gobernar desde el consenso y con la participación de los agentes sociales, es la mejor forma de mantener la cohesión social y lograr un progreso sostenido. Y por eso el CERMI es un éxito, porque reúne en una sola entidad las demandas y necesidades de millones de personas, se las traslada a los partidos políticos, y negocia tanto con el Gobierno como con los diferentes grupos parlamentarios. De ahí, que España cuente con una de las legislaciones más avanzadas en materia de discapacidad, otra cosa es que se cumpla, como anteriormente señalamos.

Por Blanca Abella